#EvangelioDelDomingo | Este domingo, desde la Parroquia San José de Ebéjico Antioquia, Colombia, el Padre Francisco Oquendo nos invita a reflexionar sobre el Evangelio de Juan 15:1-8. En este pasaje, Jesús se presenta como la vid verdadera, llamando a sus seguidores a permanecer unidos a él para dar fruto abundante. Con un mensaje cargado de simbolismo eucarístico y amor fraterno, nos recuerda la importancia de mantenernos conectados a Cristo y a su Iglesia para vivir una fe fructífera.

Lectura del santo Evangelio según San Juan 15, 1-8

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.

Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.

Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.

Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».

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