Por: Pbro. Eddy Alberto Valencia Vásquez – Párroco de Sopetrán
“En cuerpo y alma elevada Virgen Madre del Señor: Muéstrate dulce Abogada del que implora tu favor”. Recitamos en los gozos de la novena en honor de la Nuestra Sen ora de la Asunción, patrona de Sopetrán.
Ya se acerca esta gran fecha en la que las familias, sectores, barrios y veredas de Sopetra n, engalanan con cantos, desfiles y carrosas a la Santísima Virgen María Patrona de nuestro pueblo.
Las campanas de la Basílica muy temprano, llaman a los fieles que despiertos por la música de la alborada, se reúnen en el atrio del Templo para dar inicio, cada mañana al Santo Rosario de Aurora, por las calles de nuestra población, entrando en procesión a la Santa Misa de la mañana ofrecida por los alférez, familias y devotos del sector, barrio o vereda correspondiente.
Cada día es una fiesta llena de flores, color, alegría y espiritualidad, con relatos de los propios milagros que, por la intercesión de la Santísima Virgen María, han obtenido a lo largo de sus vidas, y que van colocando como testimonio frente a su altar, con placas de agradecimiento y detalles propios que hablan de la manera como Dios ha actúa en favor de los fieles devotos de la patrona de Sopetrán.
El dogma de la Asunción de la Santísima Virgen María, fue promulgado el 1 de noviembre de 1950 cuando se publicara la constitución aposto lica “Munificentissimus Deus” en la cual el Papa Pio XII, declaro como dogma de fe la Asunción de la Virgen María: “Por eso, después que una y otra vez hemos elevado a Dios nuestras preces suplicantes e invocado la luz del Espíritu de Verdad, para gloria de Dios omnipotente que otorgó su particular benevolencia a la Virgen María, para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte, para aumento de la gloria de la misma augusta Madre, y gozo y regocijo de toda la Iglesia, por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo y nuestra, proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado: Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial”.

Desde hace ya mas de 350 años el cuadro con la Imagen de la Virgen de Sopetrán, acompaña la historia y las generaciones de los fieles devotos que la veneran como La Morena de Sopetrán y a sus pies rezan así : “María, Madre de Dios y madre nuestra; te saludamos con el ángel: “Llena de gracia, el Señor está contigo”; y con Isabel: “Bendita tú entre las mujeres”. Tú que tienes entre nosotros tu santuario y has sido el auxilio de los hermanos de tu hijo; concede a cuantos te invocamos como PATRONA DE SOPETRÁN, el consuelo seguro mientras peregrinamos en la tierra. Reconcilia a los hombres en un abrazo fraterno; que se superen las divisiones y las barreras, que desaparezcan las rupturas y se sanen las heridas, que gocen de libertad los cautivos y cesen los secuestros y las amenazas, para que siempre caminemos por senderos de paz y concordia, de justicia y liberación y que tu hijo Jesucristo sea nuestra paz. AMEN.
La fiesta de Santa María llevada al Cielo nos marca la meta de todo cristiano: ¡el Cielo! y en la vida de la Virgen Marí a encontramos sus virtudes como ejemplo para nuestro peregrinar. El SI de Marí a ha de ser tambie n la respuesta de nuestra vida al querer de Dios, la Fidelidad de María nos compromete en la obediencia a los mandamientos de Dios y el amor que María siempre tiene a Dios se manifiesta en nuestra vivencia sacramental.
Que esta fiesta de Santa Marí a Asunta al Cielo nos acreciente la fe. Que el amor que nuestro pueblo de Sopetrán le profesa a la Virgen Morena nos permita caminar en la esperanza cierta de la gracia y el amor de Dios que siempre nos acompaña. Que este año del Jubileo “Peregrinos de esperanza” la celebración de la Virgen Morena reúna a muchos peregrinos, para celebrar y ganar la indulgencia propia del jubileo en nuestra Basílica Menor en nuestras fiestas patronales. Que María la llena de gracia interceda por nosotros.